martes, 10 de diciembre de 2013

"Creía que Navas nunca iba a salir del Sevilla" (Entrevista a Antonio Álvarez, Segunda Parte)

En esta segunda parte nos centramos en su etapa como entrenador del Sevilla FC, en la que a pesar de ser corta consiguió la clasificar al equipo para la previa de Champions y ganó quinta Copa del Rey del club.

Pregunta: Repasemos un poco tu vida de entrenador. Has sido segundo entrenador de Caparrós y Juande Ramos entre otros y entrenador del Sevilla tras la destitución de Jiménez. Sin embargo, desde tu cese no has vuelto a entrenar a ningún equipo, ¿a sido por falta de ganas o por falta de ofertas?
Antonio Álvarez como jugador

Respuesta: No, no. Por falta de ganas no y por falta de ofertas tampoco. Lo que pasa es que el fútbol ha decaído bastante y yo estoy afincado en Sevilla, vivo tranquilamente. Han venido ofertas de equipos de la zona baja que no me han interesado y también ha habido otras que no presentaban un proyecto deportivo atractivo ni bueno económicamente. Hay que poner el proyecto y el dinero en una balanza pero claro, si no hay proyecto interesante no hay necesidad de moverse. Otras pues no se ha llegado a un acuerdo. Yo estoy esperando ofertas y mientras colaboro con Canal Sur Radio, poco más.

Ahora que el tiempo ha pasado, ¿qué sensaciones tienes de la etapa convulsa del Sevilla, por el que han pasado hasta siete entrenadores en cinco años?

El Sevilla después de Juande adquirió unas dimensiones tan grandes que las exigencias siguieron siendo las mismas, el equipo todavía seguía teniendo a jugadores campeones. El problema fue que era imposible mantener a los jugadores importantes, vinieron clubes grandes que pagaban las cláusulas. Para el Sevilla era imposible mantener este equipo, ya que necesitas quedar entre los tres primeros. Poco a poco se produjo un éxodo de jugadores pero la gente no cambió la idea de equipo grande. Los ciclos se acaban, es más difícil que se acabe en un club grande por el poderío económico, pero en los demás en cíclico. Es necesario tener buenos jugadores, un buen entrenador, esa pizca de suerte... Pero con el tiempo se acaba. Los jugadores que sustituyeron a los que hicieron grande al club no gozaban de la paciencia que tuvieron los anteriores, a pesar de que podían haber sido grandes futbolistas. Eso es lo que se ha conseguido superar ahora, la gente ha cambiado el chip y ya el Sevilla no aspira a quedar tercero, obviamente no se renuncia a nada, pero tenemos las ideas más claras. La exigencia es contraproducente para el jugador, que juega atenazado, el público no aguanta tanto... La paciencia que tenemos ahora es la clave.


Dos exsevillistas como Jesús Navas y Álvaro Negredo son a día de hoy fijos para Del Bosque y están triunfando en la Premier, ¿cómo has visto la evolución de Navas y Negredo desde que tú los entrenastes?

A mí lo de Jesús Navas no me sorprende, lo que sí me sorprende es que se haya mentalizado para salir de aquí. Yo creía que nunca iba a salir del Sevilla. Está haciendo lo mismo que hacía aquí pero liberado de esa presión y de los problemas que él tuvo, está jugando bien y haciendo goles. Respecto a Negredo, cuando yo llegué al Sevilla me encontré con tres delanteros maravillosos: Kanouté, Negredo y Luis Fabiano. Cuando yo empecé la temporada creía que el futuro delantero del Sevilla tenía que ser Negredo y empecé a quitar un poco a Luis Fabiano, además Kanouté ya empezaba a tener problemas físicos y no podía jugar tanto. Yo empiezo a apostar por Negredo porque entiendo que se empezaba a acabar un ciclo, no digo que Luis no estuviese a nivel, pero entendí que Negredo tenía la juventud y las ganas necesarias. Al principio no fue fácil porque me llovían palos de todos lados pero creo que he contribuido con mi granito de arena a que Negredo haya explotado pronto, porque si no hubiese jugado a lo mejor hubiese ido a otros equipos y no hubiese acabado de explotar. Yo la verdad es que soy feliz viendo a los dos jugando y con el peso que han adquirido tanto en el City como en la Selección.

De todos los jugadores, tanto como entrenador como futbolista, ¿cuál ha sido el que más te ha impresionado?

Ha habido muchos, pero para centrarnos en lo más reciente, ha habido un jugador que si era gran futbolista era más grande todavía como persona, que era Renato. Es un primor y encantador como persona, no le he visto una mala cara nunca. Tengo que recordad lógicamente a Antonio Puerta, por la proyección que tenía y por lo que significaba en el vestuario.

Antonio Álvarez junto al monumento a Puerta (foto AS)
Seguramente haya sido el peor momento de tu carrera.

Indudablemente.

Además coincidió con el fin de ciclo del Sevilla de los títulos.

Sí, pero yo no creo que significara el fin del ciclo. Esa temporada lógicamente fue dura. Era duro ir a entrenar sin tenerlo allí. Pero él fue el que nos catapultó a ese Sevilla grande, con su gol al Schalke. Pero el ciclo se acababa irremediablemente. Hubo un momento en el que tirar para arriba era difícil, se notó en la Supercopa de Europa contra el Milan, donde se vio que el equipo no tenía la cabeza en el partido.

Tras ganar la Copa del Rey y ser renovado, ¿te sorprendió tu despido al inicio de la liga?

No se había comunicado nada de que estuvieran buscando a otro entrenador antes de que me renovaran  y después de meter al equipo en la previa de Champions con el gol de Rodri en Almería y de ganar la Copa del Rey frente al Atlético decidieron darme el equipo y yo acepté. Si me hubieran dicho que no, pues me hubiera vuelto a la secretaría técnica, donde yo trabajaba antes tan tranquilo y tan a gusto. Pero claro, te ofrecen el equipo y lógicamente no podía desperdiciar esa oportunidad, no podía pasarme toda la vida pensando en qué hubiera pasado. Lo que no esperaba era que a la primera derrota en liga me cesaran. Habíamos ganado dos y empatado otros dos y a la primera derrota me cesaron. Quizás eso denota que no tenían toda su confianza puesta en mí.

¿Fue quizás una renovación gracias a los resultado de la última jornada?

No sé, no sé... Quizás visto ahora puede ser. Pero yo en ningún momento apreté a nadie ni utilicé los medios, ni nada. Yo al contrario, yo dije que si el Sevilla tenía pensado otra cosa, que yo me volvía a mi sitio. Yo he estado más de treinta años trabajando en el Sevilla y yo no iba a poner ningún impedimento, ni lo puse cuando me cesaron ni he dicho esta boca es mía. Yo soy sevillista y yo quiero lo mejor para el Sevilla. El Sevilla pensó que tenían que prescindir de mí, y lógicamente yo no estoy de acuerdo, pero no voy a crear problemas.

Para finalizar con algo de la actualidad más reciente, ¿qué te pareció el partido contra el Betis?

Me sorprendió en principio el planteamiento del Betis ya que al Sevilla esta temporada se le han atragantado los equipos que han venido a encerrarse y el Betis salió muy valiente, salió arriba, y dejó muchos espacios, que para el Sevilla con la gente que tiene arriba son mortales y el Betis lo acabó pagando.


El tiempo ha pasado muy rápido e incluso Antonio Álvarez se ha sorprendido al ver que el partido que tiene que comentar ya ha comenzado. Nos despedimos y sale conrriendo para el estudio, donde lo esperan.

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