En esta segunda parte nos centramos en su etapa como entrenador del Sevilla FC, en la que a pesar de ser corta consiguió la clasificar al equipo para la previa de Champions y ganó quinta Copa del Rey del club.
Pregunta: Repasemos un poco tu vida de entrenador. Has sido
segundo entrenador de Caparrós y Juande Ramos entre otros y entrenador del
Sevilla tras la destitución de Jiménez. Sin embargo, desde tu cese no has
vuelto a entrenar a ningún equipo, ¿a sido por falta de ganas o por falta de
ofertas?
Antonio Álvarez como jugador |
Respuesta: No, no. Por falta de ganas no y por falta de ofertas
tampoco. Lo que pasa es que el fútbol ha decaído bastante y yo estoy afincado
en Sevilla, vivo tranquilamente. Han venido ofertas de equipos de la zona baja
que no me han interesado y también ha habido otras que no presentaban un
proyecto deportivo atractivo ni bueno económicamente. Hay que poner el proyecto
y el dinero en una balanza pero claro, si no hay proyecto interesante no hay
necesidad de moverse. Otras pues no se ha llegado a un acuerdo. Yo estoy
esperando ofertas y mientras colaboro con Canal Sur Radio, poco más.
Ahora que el tiempo ha pasado, ¿qué sensaciones tienes
de la etapa convulsa del Sevilla, por el que han pasado hasta siete
entrenadores en cinco años?
El Sevilla después de Juande adquirió unas dimensiones
tan grandes que las exigencias siguieron siendo las mismas, el equipo todavía
seguía teniendo a jugadores campeones. El problema fue que era imposible
mantener a los jugadores importantes, vinieron clubes grandes que pagaban las
cláusulas. Para el Sevilla era imposible mantener este equipo, ya que necesitas
quedar entre los tres primeros. Poco a poco se produjo un éxodo de jugadores
pero la gente no cambió la idea de equipo grande. Los ciclos se acaban, es más
difícil que se acabe en un club grande por el poderío económico, pero en los
demás en cíclico. Es necesario tener buenos jugadores, un buen entrenador, esa
pizca de suerte... Pero con el tiempo se acaba. Los jugadores que sustituyeron
a los que hicieron grande al club no gozaban de la paciencia que tuvieron los
anteriores, a pesar de que podían haber sido grandes futbolistas. Eso es lo que
se ha conseguido superar ahora, la gente ha cambiado el chip y ya el Sevilla no
aspira a quedar tercero, obviamente no se renuncia a nada, pero tenemos las ideas
más claras. La exigencia es contraproducente para el jugador, que juega
atenazado, el público no aguanta tanto... La paciencia que tenemos ahora es la
clave.
Dos exsevillistas como Jesús Navas y Álvaro Negredo son
a día de hoy fijos para Del Bosque y están triunfando en la Premier, ¿cómo has
visto la evolución de Navas y Negredo desde que tú los entrenastes?
A mí lo de Jesús Navas no me sorprende, lo que sí me
sorprende es que se haya mentalizado para salir de aquí. Yo creía que nunca iba
a salir del Sevilla. Está haciendo lo mismo que hacía aquí pero liberado de esa
presión y de los problemas que él tuvo, está jugando bien y haciendo goles.
Respecto a Negredo, cuando yo llegué al Sevilla me encontré con tres delanteros
maravillosos: Kanouté, Negredo y Luis Fabiano. Cuando yo empecé la temporada
creía que el futuro delantero del Sevilla tenía que ser Negredo y empecé a
quitar un poco a Luis Fabiano, además Kanouté ya empezaba a tener problemas
físicos y no podía jugar tanto. Yo empiezo a apostar por Negredo porque
entiendo que se empezaba a acabar un ciclo, no digo que Luis no estuviese a
nivel, pero entendí que Negredo tenía la juventud y las ganas necesarias. Al
principio no fue fácil porque me llovían palos de todos lados pero creo que he
contribuido con mi granito de arena a que Negredo haya explotado pronto, porque
si no hubiese jugado a lo mejor hubiese ido a otros equipos y no hubiese
acabado de explotar. Yo la verdad es que soy feliz viendo a los dos jugando y
con el peso que han adquirido tanto en el City como en la Selección.
De todos los jugadores, tanto como entrenador como
futbolista, ¿cuál ha sido el que más te ha impresionado?
Ha habido muchos, pero para centrarnos en lo más
reciente, ha habido un jugador que si era gran futbolista era más grande
todavía como persona, que era Renato. Es un primor y encantador como persona,
no le he visto una mala cara nunca. Tengo que recordad lógicamente a Antonio
Puerta, por la proyección que tenía y por lo que significaba en el vestuario.
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Antonio Álvarez junto al monumento a Puerta (foto AS) |
Seguramente haya sido el peor momento de tu carrera.
Indudablemente.
Además coincidió con el fin de ciclo del Sevilla de los
títulos.
Sí, pero yo no creo que significara el fin del ciclo.
Esa temporada lógicamente fue dura. Era duro ir a entrenar sin tenerlo allí.
Pero él fue el que nos catapultó a ese Sevilla grande, con su gol al Schalke.
Pero el ciclo se acababa irremediablemente. Hubo un momento en el que tirar
para arriba era difícil, se notó en la Supercopa de Europa contra el Milan,
donde se vio que el equipo no tenía la cabeza en el partido.
Tras ganar la Copa del Rey y ser renovado, ¿te
sorprendió tu despido al inicio de la liga?
No se había comunicado nada de que estuvieran buscando a
otro entrenador antes de que me renovaran
y después de meter al equipo en la previa de Champions con el gol de
Rodri en Almería y de ganar la Copa del Rey frente al Atlético decidieron darme
el equipo y yo acepté. Si me hubieran dicho que no, pues me hubiera vuelto a la
secretaría técnica, donde yo trabajaba antes tan tranquilo y tan a gusto. Pero
claro, te ofrecen el equipo y lógicamente no podía desperdiciar esa
oportunidad, no podía pasarme toda la vida pensando en qué hubiera pasado. Lo
que no esperaba era que a la primera derrota en liga me cesaran. Habíamos
ganado dos y empatado otros dos y a la primera derrota me cesaron. Quizás eso
denota que no tenían toda su confianza puesta en mí.
¿Fue quizás una renovación gracias a los resultado de la
última jornada?
No sé, no sé... Quizás visto ahora puede ser. Pero yo en
ningún momento apreté a nadie ni utilicé los medios, ni nada. Yo al contrario,
yo dije que si el Sevilla tenía pensado otra cosa, que yo me volvía a mi sitio.
Yo he estado más de treinta años trabajando en el Sevilla y yo no iba a poner
ningún impedimento, ni lo puse cuando me cesaron ni he dicho esta boca es mía.
Yo soy sevillista y yo quiero lo mejor para el Sevilla. El Sevilla pensó que
tenían que prescindir de mí, y lógicamente yo no estoy de acuerdo, pero no voy a
crear problemas.
Para finalizar con algo de la actualidad más reciente,
¿qué te pareció el partido contra el Betis?
Me sorprendió en principio el planteamiento del Betis ya
que al Sevilla esta temporada se le han atragantado los equipos que han venido
a encerrarse y el Betis salió muy valiente, salió arriba, y dejó muchos
espacios, que para el Sevilla con la gente que tiene arriba son mortales y el
Betis lo acabó pagando.
El tiempo ha pasado muy rápido e incluso Antonio Álvarez se ha sorprendido al ver que el partido que tiene que comentar ya ha comenzado. Nos despedimos y sale conrriendo para el estudio, donde lo esperan.
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